
Estas manzanas me recuerdan a mi niñez, cuando subía por las escaleras de mi casa y sin haber llegado a mi piso, ya sabía que había manzanas de postre, es un olor inconfundible que lo impregnaba todo.
Para este postre yo utilizo manzanas reineta, podéis utilizar la que más os guste, pero bajo mi humilde paladar, como las reineta ninguna, siempre he pensado que estas manzanas han nacido para ser asadas.
Para comenzar, lavo muy bien las manzanas. porque en mi caso, hay a veces que me como hasta la piel. Les voy a quitar el corazón, para eso comienzo por cortar una tapa en oblicuo hacia el centro, con un descorazonador, lo meto sin llegar hasta el fondo, y con una puntilla, quito los restos de la parte central y las pipas.
Una vez que están todas sin el corazón, que no os preocupe que se oxiden un poco, pues como van a ir al horno y van a tomar un color marrón no se notará nada a la vista. Las coloco en el recipiente donde las voy a llevar al horno, le pongo una cucharada de azúcar y una cucharada de vino blanco a cada una. Coloco las tapas a cada manzana y las vuelvo a poner una cucharada de vino blanco y otra de azúcar a cada una por encima. En el fondo de la bandeja habrá un poco de vino y azúcar, que junto con los jugos de la manzana horneada, os van a proporcionar un almíbar riquísimo y las tapas caramelizadas.
Las llevamos al horno a 150º-160º unos 55 minutos, todo dependerá del tamaño de las manzanas y de vuestro horno. Algunas seguro que se os desparraman un poco, no os preocupéis pues luego al servir las podéis colocar para que tengan una mejor presentación.
Ya están listas para comer, aparte del olor que tenéis en toda la casa a las manzanas.
Tragaldabas. !Buen provecho¡
INGREDIENTES:
- Manzanas, ha ser posible reinetas.
- Vino blanco y
- Azúcar
Facebook Los guisitos de Jose
Instagram @losguisitosdejose